Protección para los molinos de marea de Cantabria

Protección para los molinos de marea de Cantabria

La Consejería de Cultura da un paso más hacia la protección de algunos de los molinos de marea que pueblan la costa cántabra. En esta ocasión ha iniciado el expediente para declarar bienes de interés local (BIL) los de Jado o Pumarejo, el de la Villa y el molino Viejo, son sus diques y presas, todos ellos ubicados en Argoños.

Estos tres molinos que se protegen ahora se sitúan en el fondo de la ría, junto al histórico barrio de Ancillo. Además la Consejería ha decidido delimitar ya el entorno de protección y ha dado traslado de la resolución al Ayuntamiento Argoños.

El molino de marea es un artefacto que permite obtener energía de la diferencia de nivel de las aguas que producen las mareas o, con menor incidencia, de la propia corriente de las aguas en su entrada en los estuarios o marismas.

A través de la energía obtenida de las mareas se realizan diferentes tareas mecánicas como pudo ser, con mayor profusión, la molienda del grano cereal.

Con motivo del molino, se construía un muro dentro del estuario que permitía, a través de una compuerta, el llenado del embalse en las pleamares para, después, a la bajamar, hacer discurrir el agua almacenada por unos canales que, al impulsar las palas de las ruedas hidráulicas, generarían un movimiento rotatorio en la maquinaria, destinada a la molienda del grano u otras actividades.

Jado o Pumarejo; Pudo tener un origen medieval. Tiene tres grandes arcadas facturadas a base de grandes sillares de piedra caliza. La planta es rectangular y las fachadas presentan fábrica de mampostería y de sillería para los esquinales. En el lado sur hay tres vanos dispuestos a diferentes alturas mientras que las puertas de acceso al interior se sitúan en las caras laterales y son adinteladas, rectangulares y estrechas.

En el interior conserva restos de su primitiva maquinaria. Este molino ha sido recuperado recientemente, rehabilitado y transformado en un centro de interpretación de la marisma, su naturaleza y el modo de vida de sus habitantes.

La Villa: Fue construido por el concejo de la villa de Argoños en la segunda mitad del siglo XVII. Una de sus características es la gran longitud del muro de su presa de unos 500 metros. El edificio mide aproximadamente 26 metros por 8 de anchura y es de una sola altura. Se compone de dos partes bien diferenciadas: la obra hidráulica y el recinto de trabajo. En la actualidad, se conservan algunas estructuras de los muros y gran parte de su dique.

Viejo: El molino Viejo fue reedificado en el siglo XVIII sobre los restos de uno anterior, de origen posiblemente medieval. Aunque inicialmente solo tenía dos ruedas, posteriormente se ampliaron a cuatro. Hoy en día sólo se conservan algunos restos del molino.

vía El Diario Montañés