El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil no sólo se encarga de perseguir los delitos medioambientales. Un ejemplo de ello lo han dado los agentes del SEPRONA que han encontrado de forma casual en Chillón (Ciudad Real) una «estela de guerrero» o «estela del suroeste» que los investigadores sitúan en el final de la Edad del Bronce, entre los años 1150 y 850 antes de Cristo.
La patrulla del SEPRONA había salido de su cuartel de Almadén (Ciudad Real) para realizar una vigilancia rutinaria en el entorno de yacimientos arqueológicos. Durante este servicio se toparon con una piedra de grandes dimensiones, muy pulida por la erosion, en la que podían verse figuras concéntricas. Al sospechar que estaban ante una pieza arqueológica de gran valor se pusieron en contacto con un arqueólogo de la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha que les confirmó la importancia de su hallazgo: una «estela de guerrero» que se asocia a ritos funerarios, hechos conmemorativos, delimitaciones territoriales y que a finales de la Edad del Bronce también simbolizaba cierta jerarquización social.
La estela está ya en el Museo de Ciudad Real donde se someterá a un estudio más detallado.